Vygotsky, Lev Semiónovich
Obras escogidas IV. Psicología infantil
Editorial Visor Fotocomposición
p.p. 265-272,284-286 1984. Madrid
españa.
El problema de la edad y la dinámica del desarrollo.
Todos los niños tienen un ritmo de desarrollo diferente, pero existen ciertas pautas relacionadas con la edad que consideran un desarrollo normal de un niño, si el niño rebasa estas se considera que tiene un retraso en su desarrollo.
Realizar un diagnóstico del desarrollo infantil es importante para saber si el niño tiene alteraciones o perturbaciones de desarrollo, este diagnostico ayudara para determinar las posibles soluciones para las alteraciones que el niño presenta.
El primer paso del diagnóstico constituye en un estudio extenso y a fondo de cómo a transcurrido el desarrollo infantil tomando en cuenta las características de la edad, estadios y fases de los tipos fundamentales del desarrollo normal y anormal.
Saber como fue el desarrollo anterior del niño nos ayuda para imaginar el desarrollo presente y como será el futuro de niño. Este conocimiento no es decisivo por que se determinan niveles de desarrollo que ya terminaron, pero como se sabe el desarrollo del niño es constante y no se acaba.
Mientras que unos procesos del desarrollo ya han aportado sus resultados y acabado su ciclo, otros procesos de encuentra solo en el estadio de maduración. Un autentico diagnóstico del desarrollo no solo en el estadio ciclos ya culminados del desarrollo, no solo sus frutos, sino también los procesos en fase de maduración.[1]
El segundo paso del diagnóstico es fijar cuales son los procesos que no han madurado aun en el desarrollo del niño pero que están cercas a madurar. El niño madura cierto conocimiento con ayuda de los aprendizajes ya adquiridos, el adulto dirige estos conocimientos para que el niño los ponga en práctica. Los problemas que los adultos planten al niño deben estar de acuerdo a su edad, no se le deben plantear problemas tan difíciles pero no tan fáciles por que estos no lograran el avance del niño.
La diferencia entre el aprendizaje del niño y de un animal es que el niño tiene la capacidad de razonar en lugar de basar su aprendizaje un pura imitación, el niño aprende imitando pero en un momento determinado de su desarrollo logra un avance intelectual utilizando su razonamiento.
Al hablar de imitación no nos referimos a una imitación mecánica, automática, sin sentido, si no a una imitación racional, basada en la comprensión de la operación intelectual que imita.[2]
Una vez que el niño ha adquirido ciertos aprendizajes es capaz por el solo realizar ciertas actividades sin ayuda de la presencia de los adultos.
Los procesos de desarrollo que aun no han sido terminados por el niño, este los resuelve a través de imitar como los resulten los adultos, pero es seguro que mas tarde el niño los resulta si tener necesidad de imitarlos.
La esfera de los procesos inmaduros, pero en vía de maduración configura la zona de desarrollo próximo del niño. [3]
El valor teórico de ese principio diagnostico radica en que nos permite penetrar en la conexiones internas dinámico-causales y genéticas que condicionan el proceso de desarrollo mental. [4]
El significado práctico del principio diagnostico dado esta vinculado con el problema de la enseñanza. [5]
Se tenía una concepción errónea la cual decía que el primer año de vida de un niño era completamente asocial, un estudio ha demostrado que tiene una sociabilidad específica.
En el momento en el que el bebe llora para manifestar que esta en este mundo o que requiere que le satisfagan sus necesidades básicas crea un contacto social con sus padres y con otros adultos y niños que se encuentran alrededor de el.
[1] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 106
[2] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 108
[3] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 108
[4] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 109
[5] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 110
Obras escogidas IV. Psicología infantil
Editorial Visor Fotocomposición
p.p. 265-272,284-286 1984. Madrid
españa.
El problema de la edad y la dinámica del desarrollo.
Todos los niños tienen un ritmo de desarrollo diferente, pero existen ciertas pautas relacionadas con la edad que consideran un desarrollo normal de un niño, si el niño rebasa estas se considera que tiene un retraso en su desarrollo.
Realizar un diagnóstico del desarrollo infantil es importante para saber si el niño tiene alteraciones o perturbaciones de desarrollo, este diagnostico ayudara para determinar las posibles soluciones para las alteraciones que el niño presenta.
El primer paso del diagnóstico constituye en un estudio extenso y a fondo de cómo a transcurrido el desarrollo infantil tomando en cuenta las características de la edad, estadios y fases de los tipos fundamentales del desarrollo normal y anormal.
Saber como fue el desarrollo anterior del niño nos ayuda para imaginar el desarrollo presente y como será el futuro de niño. Este conocimiento no es decisivo por que se determinan niveles de desarrollo que ya terminaron, pero como se sabe el desarrollo del niño es constante y no se acaba.
Mientras que unos procesos del desarrollo ya han aportado sus resultados y acabado su ciclo, otros procesos de encuentra solo en el estadio de maduración. Un autentico diagnóstico del desarrollo no solo en el estadio ciclos ya culminados del desarrollo, no solo sus frutos, sino también los procesos en fase de maduración.[1]
El segundo paso del diagnóstico es fijar cuales son los procesos que no han madurado aun en el desarrollo del niño pero que están cercas a madurar. El niño madura cierto conocimiento con ayuda de los aprendizajes ya adquiridos, el adulto dirige estos conocimientos para que el niño los ponga en práctica. Los problemas que los adultos planten al niño deben estar de acuerdo a su edad, no se le deben plantear problemas tan difíciles pero no tan fáciles por que estos no lograran el avance del niño.
La diferencia entre el aprendizaje del niño y de un animal es que el niño tiene la capacidad de razonar en lugar de basar su aprendizaje un pura imitación, el niño aprende imitando pero en un momento determinado de su desarrollo logra un avance intelectual utilizando su razonamiento.
Al hablar de imitación no nos referimos a una imitación mecánica, automática, sin sentido, si no a una imitación racional, basada en la comprensión de la operación intelectual que imita.[2]
Una vez que el niño ha adquirido ciertos aprendizajes es capaz por el solo realizar ciertas actividades sin ayuda de la presencia de los adultos.
Los procesos de desarrollo que aun no han sido terminados por el niño, este los resuelve a través de imitar como los resulten los adultos, pero es seguro que mas tarde el niño los resulta si tener necesidad de imitarlos.
La esfera de los procesos inmaduros, pero en vía de maduración configura la zona de desarrollo próximo del niño. [3]
El valor teórico de ese principio diagnostico radica en que nos permite penetrar en la conexiones internas dinámico-causales y genéticas que condicionan el proceso de desarrollo mental. [4]
El significado práctico del principio diagnostico dado esta vinculado con el problema de la enseñanza. [5]
Se tenía una concepción errónea la cual decía que el primer año de vida de un niño era completamente asocial, un estudio ha demostrado que tiene una sociabilidad específica.
En el momento en el que el bebe llora para manifestar que esta en este mundo o que requiere que le satisfagan sus necesidades básicas crea un contacto social con sus padres y con otros adultos y niños que se encuentran alrededor de el.
[1] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 106
[2] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 108
[3] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 108
[4] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 109
[5] Vygotsky, Lev Semiónovich. Obras escogidas IV. Psicología infantil. Pág. 110
yadira Arciniega 7 a
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